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¿Por qué un carro tiembla cuando frena? Es un síntoma poco alentador al que tendrá que invertirle buen dinero para solucionarlo
Este tipo de daños están relacionados con el sistema de frenos, pero pueden haber otras causas.


Cuando un vehículo comienza a temblar al frenar, es una clara señal de que algo no está funcionando correctamente en el sistema de frenos o en otros componentes mecánicos.
Ignorar este problema no solo afecta el rendimiento del automóvil, sino que también puede comprometer la seguridad del conductor y de los pasajeros, razones más que suficientes para atender este síntoma y acudir de inmediato al mecánico.
Las causas pueden variar desde discos de freno deformados hasta problemas en la suspensión o las llantas. La solución dependerá del origen del problema, pero en todos los casos, atenderlo a tiempo garantizará un manejo seguro y prolongará la vida útil del vehículo.

¿Por qué un carro tiembla cuando frena?
1. Discos de freno deformados
Uno de los motivos más comunes por los que un carro tiembla al frenar es la deformación de los discos de freno. Estos componentes pueden perder su forma debido al calor extremo generado por la fricción constante. Cuando los discos están deformados, las pastillas de freno no hacen contacto uniforme, lo que provoca una vibración perceptible en el pedal de freno y en el volante.
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Para solucionar el problema, la mejor alternativa es rectificar o reemplazar los discos de freno, según el grado de desgaste. Un mecánico profesional podrá determinar si es posible recuperarlos mediante un rectificado o si es necesario cambiarlos por unos nuevos.
2. Pastillas de freno desgastadas o defectuosas
Las pastillas de freno también pueden ser responsables de las vibraciones al frenar. Cuando están excesivamente desgastadas o hechas de materiales de baja calidad, no logran generar una fricción uniforme, lo que resulta en movimientos irregulares y vibraciones en la dirección.
Ante esta situación, se recomienda revisar el estado de las pastillas de freno y sustituirlas si muestran signos evidentes de desgaste o deterioro. Optar por repuestos de calidad mejora el desempeño del sistema de frenado y prolonga su vida útil.
3. Problemas en las mordazas de freno
Los calipers de freno son responsables de aplicar la presión necesaria sobre las pastillas para detener el vehículo. Si estos componentes están agarrotados, dañados o sucios, pueden generar una aplicación desigual de la fuerza de frenado, provocando así vibraciones notables.
En caso de que el problema sea este, es recomendable limpiar y lubricar los calipers periódicamente. Si están dañados, lo ideal es reemplazarlos para garantizar un frenado suave y sin sobresaltos.

4. Suspensión y dirección en mal estado
Si bien el sistema de frenos es la causa principal de las vibraciones al frenar, los problemas en la suspensión y dirección también pueden influir. Bujes desgastados, terminales de dirección sueltos o amortiguadores en mal estado pueden amplificar el temblor al aplicar los frenos.
Para atender este problema es importante realizar inspecciones periódicas del sistema de suspensión y dirección para detectar desgastes prematuros. Si se identifican componentes deteriorados, es recomendable cambiarlos de inmediato para evitar problemas mayores.
5. Llantas desbalanceadas o en mal estado
Las llantas también juegan un papel crucial en la estabilidad del vehículo. Unas ruedas desbalanceadas o con desgaste irregular pueden generar vibraciones, que se intensifican al momento de frenar. Además, si los neumáticos presentan protuberancias o deformaciones, el frenado será más brusco e inestable.
Se recomienda alinear y balancear las llantas regularmente. Además, es importante revisar la presión de los neumáticos y reemplazarlos cuando muestren signos de desgaste excesivo.

6. Problemas en los rodamientos de las ruedas
Los rodamientos de las ruedas permiten el giro suave del eje. Si están desgastados o dañados, pueden causar vibraciones que se perciben con mayor intensidad al frenar. Estos problemas suelen ir acompañados de ruidos extraños, como zumbidos o chirridos.
Es crucial revisar los rodamientos y reemplazarlos si muestran signos de desgaste. Unos rodamientos en buen estado mejoran la estabilidad y reducen las vibraciones innecesarias.