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Motociclistas y conductores le temen al ‘Trampolín de la muerte’: dónde queda y por qué es tan peligrosa esta carretera colombiana
Esta carretera, ubicada en el sur del país, es considerada por muchos como un recorrido que sirve para graduar a nuevos conductores, debido a su grado de dificultad.


La diversa geografía colombiana es un reto, no solo para los encargados de diseñar y construir las vías, sino para quienes tiene que hacer uso de ellas; si bien en las ciudades la situación no es tan notoria, los conductores sí han hecho énfasis en los desafíos que deben surtir al circular por algunas vías nacionales que unen a distintos departamentos del país.
No en vano, carreteras como la Vía al Llano, que une al centro con el oriente del país; La Línea, que conecta al sur occidente de Colombia con el interior; o la Ruta del Sol, que conecta a los santanderes con la capital de la República, entre otras, son tramos con un alto grado de dificultad para transitarla según los mismos conductores.
Los trayectos empinados, la diferente variedad de climas, la posibilidad de enfrentarse a derrumbes, la alta probabilidad de choques por cuenta de los trazados largos o con un alta presencia de curvas, son variables que tienen mucho peso entre los usuarios de las vías a la hora de que estos den una opinión sobre qué tan difícil puede ser manejar por allí.

Dónde queda el temido ‘Trampolín de la muerte’
Gracias a las redes sociales y a los viajeros que buscan registrar sus aventuras con sus celulares, se ha vuelto viral una de las carreteras consideradas por muchos como una de las más peligrosas del país y del mundo, la cual han bautizado como el ‘Trampolín de la muerte’.
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Este tramo sirve para conectar los departamentos de Nariño y Putumayo, en el sur de Colombia, y su alto grado de dificultad obedece a que atraviesa la cordillera de Los Andes, reto montañoso que deben sortear los que transitan por allí.
El recorrido, además de ser un verdadero desafío, permite a los conductores y viajeros contemplar la grandeza y la belleza de la Amazonía, conocido como el pulmón del mundo y territorio que cuenta con una amplia biodiversidad.
El ‘Trampolín de la muerte’ solo tiene una extensión de 80 kilómetros, pero es tal su dificultad, que los pilotos deben sortear 18 curvas por kilómetro, según indicó la Universidad del Rosario. Así mismo, en su análisis pudo comprobar que solo cuenta con un carril de 3 metros de ancho y no está pavimentada, condiciones que elevan mucho más el grado de pericia que deben tener los conductores para sortear al barro y el polvo.

El clima es otro de los ‘enemigos’ de quienes viajan por esta carretera, pues la lluvia hace que se incremente el número de tramos inestables, los derrumbes y las probabilidades de caer a los múltiples abismos que están presentes durante la mayor parte del recorrido.
La carretera comienza en los 600 metros sobre el nivel del mar y se eleva hasta los 2.800 metros, por lo que es normal pasar de un clima caliente y tropical hasta llegar a montañas copadas por la niebla y con una vegetación totalmente diferente, donde se ve una gran cantidad de fauna y flora.
Justamente, Edwin Ávila, creador de contenido y especialista en registrar aventuras, registró su paso por allí y se atrevió a pedir que su nombre no fuera el ‘Trampolín de la muerte’, sino el ‘Trampolín de la diversidad’, debido a lo majestuoso que le pareció su recorrido.

“Pero no vamos a hablar del trampolín de la muerte, sino del trampolín de la biodiversidad, ya que los habitantes de este sector le han nombrado así por la cantidad de fauna que hay”, señalo Ávila en su canal de YouTube.
Dentro de su registro, explicó que además de ser un recorrido lleno de naturaleza, esta carretera es considerado por muchos como una “especie de graduación” para los diferentes conductores que se enfrentan a ella, pues hay que realizar maniobras que requieren gran destreza para poder llegar al destino elegido.
