En la actualidad, las estafas telefónicas han alcanzado un nuevo nivel de sofisticación gracias a la inteligencia artificial. Los delincuentes utilizan algoritmos avanzados para replicar voces humanas con una precisión inquietante, lo que dificulta distinguir entre una llamada legítima y un intento de fraude.Por ejemplo, el uso de deepfakes y la clonación de voz han permitido que los delincuentes hagan uso de suplantación de identidad, siendo una amenaza aún más peligrosa. Estas tecnologías les permiten a los estafadores imitar con gran precisión la voz de un familiar o ser querido, haciéndoles creer a los usuarios que realmente están hablando con ellos. Cada año, millones de personas caen en estas trampas, lo que genera pérdidas económicas considerables. De hecho, expertos en seguridad bancaria de varios países advierten que el fraude basado en IA es uno de los mayores desafíos actuales. Sin embargo, hay una estrategia efectiva para detectar estas trampas: identificar ciertas palabras o patrones en la conversación que revelen la intervención de una IA, lo que les permite a las personas protegerse de posibles engaños. Es importante que los usuarios aprendan cómo operan estos engaños y conocer estrategias para detectarlos, lo que resulta esencial para mantenerse protegido.¿Cómo protegerse con una palabra?Una de las formas más efectivas de protegerse contra fraudes telefónicos es establecer una palabra clave de seguridad. Esta estrategia consiste en acordar con familiares y personas cercanas un término o frase secreta que solo ellos conozcan y que los estafadores no puedan predecir ni replicar.Al utilizar este método, se reduce significativamente el riesgo de caer en engaños, especialmente aquellos en los que los delincuentes imitan la voz de seres queridos mediante inteligencia artificial.El funcionamiento de esta medida es sencillo. Si alguien recibe una llamada de emergencia, supuestamente familiar solicitando ayuda financiera, en lugar de actuar impulsivamente, puede pedir que repita la palabra clave. Si la persona al otro lado de la línea no logra decirla correctamente o evita responder, es una señal de alerta de que se trata de un intento de estafa. Este pequeño paso puede marcar la diferencia entre caer en el engaño o mantener el control de la situación.Expertos en ciberseguridad, como Erin Englund, advierten que los estafadores suelen manipular emocionalmente a sus víctimas, generando pánico y urgencia para que tomen decisiones apresuradas. “Tener una palabra de seguridad les permite a las personas validar rápidamente la legitimidad de una interacción inusual y tomar el control”, señaló. Al aplicar este método, las personas pueden evitar transferencias de dinero innecesarias y reportar el incidente a las autoridades correspondientes.Para que la palabra clave sea realmente efectiva, es importante elegir un término difícil de adivinar, evitando nombres de mascotas, fechas de nacimiento o cualquier información accesible en redes sociales. Además, no debe compartirse por medios digitales, sino acordarse en persona o mediante una llamada segura. El banco británico Starling también recomienda optar por palabras o frases aleatorias, como “tormenta de chocolate” o “elefantes bailando tango”, e incluso acrónimos con significados internos familiares. Siguiendo estas pautas, es posible fortalecer la seguridad ante este tipo de fraudes y reducir la vulnerabilidad frente a las nuevas técnicas de suplantación de identidad.