Nación
Brujería, ritos y santería del cabecilla que planeó un atentado contra el presidente Petro y terminó muerto en un operativo de la Fuerza Pública
Alias Nino tenía un plan asesino contra el presidente Gustavo Petro, pero fue él quien murió.

“Quien a hierro mata, a hierro muere”, la frase que se ajusta a Santander Franco Jiménez, alias Omar o Nino, el cabecilla del Clan del Golfo que terminó muerto en un operativo de la Fuerza Pública y que estaba —según las fuentes militares— a cargo de un plan para asesinar el presidente Gustavo Petro.
Los audios y las interceptaciones que obtuvo la Policía advierten que un viaje del presidente Petro por el Chocó sería el escenario para atacar, con un francotirador, al primer mandatario. Los audios están en el expediente de este criminal con más de un cuarto de siglo en el hampa.
Así fue la amenaza del Clan del Golfo al presidente Gustavo Petro. Las interceptaciones a los radios de comunicación revelaron los detalles del plan asesino en contra del primer mandatario. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/Zc45cUgzYD
— Revista Semana (@RevistaSemana) March 17, 2025
Alias Pablo: Posiblemente para el sábado llegan por ahí el presidente y el gobernador. Allá en Domingodó, pa’ que los señores tengan conocimiento…
Alias Karen: Pa’ ver si nos bajamos a ese hijueputa (haciendo referencia al dignatario) con un franco (francotirador).
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Alias Pablo: … A ese hijueputa lo bajamos con un franco, eso le ponemos un dron con bandera y a ese lo liquidamos…
En los detalles de la investigación contra alias Nino, los uniformados del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES) descubrieron que este peligroso delincuente encomendaba sus misiones asesinas, no solo a los sicarios bajo su mando, sino a rituales de brujería y santería, con amuletos o elementos de uso personal, incluso lujos, como cadenas de oro.
“Una persona implacable, sanguinaria y violenta, que sostenía una ‘energía oscura’ por su afinidad con actividades esotéricas de brujería y paranormales, bajo amuletos y elementos de uso personal como cadenas, anillos y pulseras de oro que el cabecilla mandaba a ‘rezar’ y que —según este— le brindaban un ‘halo de protección’ ante el desarrollo de actividades operacionales en su contra”, señalaron las fuentes militares.
Este asesino era un criminal con más de 25 años al mando de organizaciones criminales en el departamento de Chocó. Pasó por las Autodefensas Unidas de Colombia, firmó la paz en 2003 y luego aterrizó en el Clan del Golfo, con la única intención de convertirse en cabecilla, pero terminó muerto, luego de la amenaza y el plan asesino contra Petro.
“Después, adhiriéndose al proyecto criminal de alias Otoniel en 2004, en el que fue conocido por su beligerancia al interior de la estructura, caracterizado por algunos de sus exintegrantes que se sometieron a la justicia y que suministraban información voluntaria a entes gubernamentales”, señaló la Policía luego de entregar los detalles de estos operativos.

Alias Nino era responsable de mantener el control y expandir el poder criminal del Clan del Golfo en el Chocó, por eso su fama de sanguinario se conoció por toda la región. Sabía perfectamente que la mejor forma de cubrir más territorio era llenando de muertos a su paso por los municipios y lo cumplió. Convirtió el departamento en un peligroso espacio para los ciudadanos y la Fuerza Pública.
“Este sagaz manejo de las finanzas ilícitas y su trayectoria criminal destacada lo llevaron a convertirse, hasta su abatimiento, en una ficha clave de importantes cabecillas de la organización ilegal, entre estos Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, máximo cabecilla del Clan del Golfo, quien le habría ordenado la expansión de su organización criminal hasta el norte del departamento del Valle del Cauca y Chocó”, dijo la Policía.