Opinión

¿Es posible transformar a Colombia con el capitalismo consciente?

Sumar negocios rentables con enfoque humano no debe ser una utopía. Es una manera viable de desarrollar empresas con propósito, ética y el compromiso de construir un país en el que todos podamos prosperar.

Alexa Oviedo
26 de marzo de 2025, 5:00 p. m.
El Instituto Distrital de Turismo (IDT) trabaja por consolidar a Bogotá como un destino de referencia internacional en turismo, gastronomía y negocios.
Un liderazgo consciente entiende que el crecimiento económico y el bienestar social son complementarios | Foto: Adobe Stock Photos

Colombia es un país de contrastes. Tierra fértil en recursos, cultura y talento humano, pero también marcada por heridas profundas: la inequidad, la violencia y la corrupción han dejado cicatrices en nuestra sociedad. Sin embargo, en medio de estos desafíos, emerge una nueva forma de liderazgo, uno que no se rige solo por la rentabilidad, sino por el impacto positivo. Un liderazgo consciente entiende que el crecimiento económico y el bienestar social no son opuestos, sino caminos complementarios hacia una nación más justa y próspera.

El capitalismo tradicional ha priorizado la maximización de utilidades a corto plazo, muchas veces a costa del bienestar colectivo y del planeta. Pero el mundo está cambiando. El capitalismo consciente, una evolución necesaria de nuestro modelo económico, nos muestra que las empresas pueden y deben ser agentes de transformación social. No se trata de caridad ni de filantropía ocasional, sino de una nueva manera de hacer negocios: con propósito, con ética y con un compromiso real con la sociedad y el medioambiente.

En un país donde el 39% de la población vive en la pobreza y la informalidad laboral sigue siendo la norma, el capitalismo consciente se presenta como una alternativa real para generar prosperidad compartida. Empresas que priorizan la sostenibilidad, el bienestar de sus trabajadores y el desarrollo de las comunidades en las que operan no solo generan impacto social, sino que también son más rentables a largo plazo.

Las cifras lo respaldan. A nivel global, las compañías que adoptan modelos de negocio sostenibles y centrados en el propósito superan en desempeño financiero a sus competidores tradicionales. ¿Por qué? Porque los consumidores y empleados de hoy buscan algo más que productos o salarios: buscan sentido, buscan conexión. Quieren saber que su trabajo y su dinero están contribuyendo a algo más grande.

Colombia tiene ejemplos inspiradores de empresas que han abrazado este modelo, desde iniciativas de energías renovables hasta compañías que han revolucionado la producción agrícola con prácticas regenerativas. Sin embargo, aún hay resistencia. Aún hay quienes creen que el éxito y la consciencia son incompatibles.

Hemos normalizado la idea de que la gestión empresarial debe ser fría y calculadora, que la compasión no tiene lugar en la toma de decisiones estratégicas. Pero la realidad es otra: las decisiones más transformadoras en la historia han surgido de líderes con visión, con coraje y con un profundo sentido de humanidad.

Es hora de que el liderazgo consciente salga del clóset. Que deje de ser un concepto marginal y se convierta en la norma en todas las industrias del país. Necesitamos empresarios que comprendan que el éxito no se mide solo en balances financieros, sino en el bienestar que generan. Necesitamos políticos que prioricen el bien común sobre los intereses particulares. Necesitamos ciudadanos que exijan y promuevan empresas con propósito.

Colombia está en un punto de inflexión. Tenemos todo para convertirnos en un modelo de desarrollo sostenible, pero necesitamos un cambio de mentalidad. Si eres empresario, empieza por preguntarte cómo tu compañía puede impactar positivamente a la sociedad y al planeta. Si eres consumidor, apoya marcas que operen con ética y responsabilidad. Si eres líder, entiende que tu mayor legado será la transformación que generes en los demás.

El futuro de Colombia no se construirá con discursos vacíos ni con modelos económicos que perpetúan la exclusión. Se construirá con amor, con consciencia y con la valentía de quienes están dispuestos a hacer negocios de una manera diferente. El capitalismo consciente no es una utopía; es la única forma viable de construir un país en el que todos podamos prosperar.

Es tiempo de actuar. Es tiempo de sanar. Es tiempo de liderar con el corazón. Actuemos juntos, sanemos juntos y lideremos desde el amor para transformar nuestro país generando prosperidad colectiva.

Alexa Oviedo, CEO O3 Smart Cities