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Desesperada súplica de un preso condenado a muerte, antes de ser fusilado, conmociona a EE.UU.
El hombre solicitó personalmente este tipo de muerte después de temer que la silla eléctrica “lo quemara y lo cocinara vivo”.

Un doble asesino convicto será fusilado este viernes, 7 de marzo, en Carolina del Sur, la primera ejecución de este tipo en Estados Unidos en 15 años.
Brad Sigmon, de 67 años, solicitó personalmente el castigo inusual, después de temer que la silla eléctrica “lo quemara y lo cocinara vivo”, escribió su abogado Gerald King en una declaración.
También rechazó una inyección letal después de que tres reclusos anteriores tardaran más de 20 minutos en morir tras recibir la dosis letal de pentobarbital, dijeron sus abogados.
La ejecución de Brad Sigmon se llevará a cabo en Columbia, capital de Carolina del Sur, por asesinar en 2001 a los padres de su expareja, David y Gladys Larke, a quienes golpeó con un bate de baseball hasta la muerte.
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Sigmon podía elegir entre la inyección letal, el fusilamiento o la silla eléctrica, pero quedó en una posición “imposible” y forzado a tomar una decisión “terriblemente cruel” sobre cómo morir, debido a que los otros dos métodos presentan riesgos de un alto sufrimiento, dijo su abogado Gerald ‘Bo’ King.
Sigmon se convirtió en el primer recluso de Carolina del Sur en elegir el nuevo método de fusilamiento del estado, y se convertirá en el primer recluso en ser ejecutado por fusilamiento desde 2010.
Según documentos judiciales, la noche del crimen, Sigmon había consumido crack y alcohol cuando le comentó a un amigo que “haría pagar a Becky por haberlo dejado” y que “mataría a sus padres”.
Los investigadores señalaron que las víctimas se encontraban en habitaciones distintas mientras Sigmon iba de un lado a otro, golpeándolos brutalmente hasta causarles la muerte.

El cráneo del marido “estaba prácticamente roto en dos”, según se escuchó en el tribunal durante el juicio.
Luego secuestró a su exnovia a punta de pistola, pero ella escapó de su auto. Él le disparó mientras ella corría, pero falló, según los fiscales, citados por el medio NY Post.
Según el departamento de correccionales de Carolina del Sur (SCDC, siglas en inglés), la sala de ejecuciones en la cárcel donde está recluido Sigmon fue renovada y un vidrio a prueba de balas divide la sala de testigos y la cámara de la muerte.

El detenido sería atado a una silla de metal, con una capucha cubriendo su cabeza y el blanco marcado en su corazón. Estaría situado a cinco metros de los tres voluntarios que disparan con rifles desde una apertura en una pared, según el SCDC.